Un minuto después él está abriendo el maletero, le pasa su maleta. Bajo la lluvia, ella asiente y le da las gracias. ¿Por qué? ¿Por traerla hasta acá y no violarla? ¿Por permitirle vivir?
-Capítulo Oscuro, Winnie M Li”
Por Laura Luna
Una mañana de sábado es una mujer joven, en un viaje de trabajo en un país extranjero. Guapa, vivaz, valiente. Feliz. Ese mismo sábado en la tarde, esa mujer ya no existe. En su lugar hay una víctima de violación: Humillada, temerosa y avergonzada tratando de rescatar su vida. Una sobreviviente. Sin más que un par de horas entre una mujer y otra. Una eternidad transcurrida en el corto espacio de un grito.
Capítulo Oscuro nos muestra la historia de una violación, basada en la experiencia personal sufrida por su autora, la escritora taiwanesa- estadounidense Winnie M Li. Con elementos de ficción, ya que varía situaciones y personajes, y sobre todo, porque incluye una perspectiva que poco se tiene en cuenta: La del perpetrador. En este viaje caminamos junto a la víctima y el victimario, descubriendo sus motivos y un poco de todo lo que se esconde en la mente de quien es capaz de destruir una vida de esta manera, y que va mucho mas allá y es mucho más complejo -claro está, sin justificar- de la saciedad de un simple deseo.
La mujer de la historia -que no es su autora, sino una versión ficcionada de su propia experiencia- es una joven escritora de viajes que se encuentra en un país extranjero por motivos de trabajo. Es una mujer estadounidense con marcados rasgos asiáticos, que llama la atención por donde pasa. El victimario es un poco más que un niño, apenas acercándose a la mayoría de edad, saliendo a trompicones de una infancia dura y sin afectos, en la que la inocencia llegó a su fin demasiado pronto. Sus historias se cruzan cuando una mañana ella decide hacer una larga caminata por un sendero desolado como parte de su trabajo, y lo encuentra a la vera del camino. Al principio no lo encuentra peligroso: No es más que un niño. Un niño queriendo hacer conversación. Un niño quizá coqueteando con la mujer extranjera. Hasta que, ya internados en el bosque, se transforma. Esa tarde, abandonada ya en la vía, con las ropas rasgadas y sucias de lodo, con el cabello revuelto y moretones en el cuerpo, encuentra que su vida es otra. Y pareciera que esa mujer feliz, guapa, valiente, que salió del hotel en la mañana fuera una total desconocida. La vida ya no era. Esa mujer ya no existía.
De esta historia narrada con una crudeza que puede rayar en la incomodidad, -una incomodidad justa y necesaria- podemos destacar tres puntos fundamentales. El primero, la revictimización sufrida por las víctimas de violación que se atreven a denunciar, que se ven obligadas a relatar hechos y detalles una y otra y otra vez, a ser nuevamente tocadas, manipuladas, observadas, sometidas a exámenes invasivos y muchas veces dolorosos. A ser juzgadas… ¿Dónde estabas, por qué, para qué, por qué esa ropa? Muchas veces discriminadas y sometidas a juicios morales.
El segundo, y que podría decir que en esta gira el punto distintivo de este libro sobre los demás que se atreven a tocar este tema, es la perspectiva del perpetrador como un ser humano, con sus motivaciones y sus propios argumentos. En este caso, no es más que un adolescente, que no termina de “entender” la dimensión de sus acciones, cegado por la fuerte idiosincrasia cultural bajo la cual él solo respondía a su instinto masculino, porque ella estaba sola, porque ella se lo buscó y en el fondo “quería hacerlo”. Porque en el fondo “le gustó”. Este machismo exacerbado que le fue inculcado desde niño, y que responde a una infancia cruda, dolorosa, desprovista de figuras femeninas o cariño.
Y en tercer lugar, el de las personas alrededor. ¿Qué decir, o cómo actuar? Compañeros de trabajo, amigos, familiares. Tan indignados como incómodos, no tienen idea de cómo reaccionar, cómo comportarse, cómo ayudar o no ayudar. Comentarios de una sagacidad dolorosa, o imprudentes, o mezquinos. Incluso sin intención real.
Capítulo Oscuro es un libro doloroso. Y más doloroso aún porque es real. Y más aún porque mientras lo leemos, más mujeres y niñas alrededor del mundo (de todas las edades y colores y tamaños que uno sueñe) lo están viviendo en carne propia. Y es que, sin importar la nacionalidad, la circunstancia, la posición social, ser mujer es peligroso. Nuestra protagonista, otrora fuerte, valiente y desparpajada, descubrió lo que es empezar a vivir con miedo, a ver el peligro en cualquier calle y a cualquier hora, a huir de las miradas y correr a resguardo hasta en las situaciones más cotidianas.
Todas tenemos historias que contar, con finales más o menos felices. Pero no hay una que no haya sentido miedo alguna vez. ¿a razón de qué? De ser. Simplemente eso. Por ser.
Ser mujer. Es todo lo que se necesita.
Winnie M Li, fue valiente. Al revivir, recordar y escribir. Contar cada escabroso detalle. Volver a pasar por el corazón, para que todos sepamos. Y lo hace magistralmente. Extraño en una víctima, vuelve la vista a su perpetrador, trata de buscar un por qué, si es que acaso existiera uno. Lo percibe como humano, aunque no lo justifica. Y busca una salida, porque sin importar qué o cómo, hay que seguir viviendo.
Capítulo Oscuro es verdaderamente un acierto de Rey Naranjo Editores, traído a nosotros en una hermosa edición en febrero de 2023. Definitivamente hay que leerlo.
Por Laura Luna